La bolsa empezó la semana con la resaca de la gran fiesta alcista de hace dos semanas. Los mercados no se movieron demasiado hasta al cabo de media semana. Emerge la teoría de que esta fiesta fue promovida por los pequeños inversores inexperimentados en los mercados financieros. En Estados Unidos, a diferencia de Europa, gran parte del nuevo dinero generado durante esta crisis para reactivar la economía se transfirieron directamente a los ciudadanos. Muchos de estos ciudadanos quisieron ahorrar el dinero e invertirlos en los mercados financieros. El problema es que la mayoría de estos nuevos inversores nunca habían invertido en las bolsas. Estos inversores, como norma general, no compran porque creen que el activo que compran tiene valor, sino porque creen que seguirá subiendo su precio de mercado.
Muchos analistas coinciden en el hecho de que este es uno de los grandes motivos por los que las bolsas han subido tanto y tan rápidamente. Con esto se explican cosas como la que está pasando con Hertz. El gigante de alquiler de coches se declaró en quiebra hace unas semanas, y después de una caída inicial en la bolsa, recuperó el precio de antes de la declaración. Esto supone que sus acciones han triplicado su precio durante el mes de junio.Suscríbete gratis a VIA Empresa y recibirás todas nuestras historias en tu correo y ventajas exclusivas para suscriptores
Viendo la reacción de los mercados se podría llegar a pensar que a pesar de estar en quiebra hay planes por refinanciar la deuda, o al menos, por si acaso la empresa cierra, que sus activos superen de largo sus deudas. Ninguna de las dos hipótesis es cierta.
“No hay ningún plan de refinanciación por Hertz para que continúe operando… Ahora cotiza más alto que antes de declararse en quiebra. Locura total”
Que se sepa: no hay ningún plan de refinanciación para Hertz para que continúe operando, y es verdad que es muy poco probable que se haga. Por otro lado, parece que Hertz no tiene suficientes activos para cubrir las deudas. Esta conclusión se extrae del precio de los bonos (los pequeños inversores no operan por falta de acceso o conocimiento). Los bonos están cotizando a un precio que indica que no se pagará toda la deuda, y tienen preferencia de pago ante las acciones en caso de liquidación de la empresa.
Por lo tanto, tenemos una empresa que con un 99,99% de probabilidades se liquidará, no podrá pagar todas las deudas y por lo tanto, los accionistas no verán ni un céntimo de la liquidación de activos, y que ahora cotiza más alto que antes de declararse en quiebra. Locura total.
Lo más impresionante de todo esto es que viendo la situación se está proponiendo una ampliación de capital. Sería la primera vez en la historia que una empresa en quiebra consigue realizar una ampliación de capital. Quién, con dos dedos de frente, querría aportar capital a una empresa en pérdidas y que no tiene ni para pagar las deudas?
De momento parece que se permitirá, y que si sale adelante servirá para que los inversores de la ampliación de capital regalen dinero a los tenedores de bonos fallidos (por la preferencia de pagos).
De aquí sacamos dos conclusiones: Si regalas dinero a los mercados, nadie se opondrá y si no sabes, o no te informes sobre el mercado, mejor que no te metas y deja que lo haga alguien por tí (o al menos que te asesore). Y estas conclusiones son extrapolables a la compra/venta de cualquier cosa. Una casa, un coche, o un ordenador, por ejemplo.
“Si regalas dinero a los mercados, nadie se opondrá y si no sabes, o no te informas sobre el mercado, mejor que no te metas y deja que lo haga alguien por tí (o al menos que te asesore)”
Jueves los mercados cayeron bastante por las previsiones de la Fed, que anunció el día anterior que no eran demasiado buenas. Anunciaron que este año el PIB de Estados Unidos se prevé que caiga un 6,5% y que en vista de esto quieren mantener los tipos al 0% hasta 2022. Esto ya venía precedido de un anuncio del Banco Mundial que decía que esta sería la crisis más grande desde la segunda guerra mundial, pero parece que los inversores escuchan más a la Fed. Sin ánimo de ofender. Los mercados no habían bajado tanto en un día desde el día 23 de Marzo, día en que se tocó fondo con el “crash del virus”.
A finales de semana también conocimos que en el Reino Unido había caído más de un 20% el PIB durante el mes de abril. Todavía en el Reino Unido, algunas compañías aéreas han decidido tomar acciones legales contra su gobierno. Estas reclaman que se vuelva a las restricciones anteriores a las aplicadas la semana pasada, que imponen una cuadragésima obligatoria para todo el mundo que venga de fuera del Reino Unido. Piden que sólo se aplique la cuadragésima a los pasajeros que vienen de países de riesgo, y que se creen “puentes aérios” con los países que tienen tasas de transmisión del virus bajas. En esta demanda se encuentran British Airways, EasyJet y Ryanair. Esta última también ha sido noticia por prever una pérdida de hasta 300 millones de euros durante 2020.
Finalmente, en España ya es oficial que el BME será propiedad de SIX group. El grupo suizo será propietario de poco más del 93% de las acciones, y tal y como prometieron las acciones del BME seguirán cotizando en la bolsa. Esta promesa ha ido condicionada a que menos del 95% de las acciones se vendan a SIX, y así ha sido. Entran en pleno debate sobre la tasa Tobin, que si finalmente se acaba aplicando a buen seguro que las transacciones disminuirán y esto no ayudará nada a SIX. Pero cómo la tasa Tobin puede tener contenido por otro artículo entero, será mejor que lo dejemos aquí.
Artículo originalmente publicado en VIA Empresa.