Semana muy positiva para las bolsas. Muchos índices han retomado la recuperación acelerada hacia los niveles pre-crisis. La situación es tan positiva que los mercados americanos no están haciendo el más mínimo caso a las protestas que se están viviendo en todo el país. Incluso, el índice tecnológico americano ha llegado a recuperar todas las pérdidas que había tenido durante finales de febrero y marzo, para situarse de nuevo en máximos históricos. Ni siquiera las tensiones con China, con la novedad de Hong Kong han frenado las bolsas.
Este positivismo que estamos viviendo desde hace tres semanas viene por diferentes motivos. En primer lugar, en general los datos económicos de Estados Unidos no están siendo tan malos como lo que se esperaba. Para poner un ejemplo, el paro del mes de mayo en Estados Unidos, que se esperaba que fuera del casi 20%, finalmente ha sido del 13.3%. Para se vea mejor el impacto, estos datos nos indican que se esperaba que desaparecieran 500.000 puestos de trabajo, y no sólo no se han destruido, sino que se han creado 289.600. Este dato salió viernes y fue la guinda del pastel a las subidas de esta semana.
“La situación es tan positiva que los mercados americanos no están haciendo el más mínimo caso a las protestas que se están viviendo en todo el país”
Por otro lado, las impresoras de billetes todavía están sacando humo. Tanto en Europa como en Estados Unidos las tienen a toda máquina. Este dinero nuevo se inyecta en los mercados financieros, y ya sabemos qué pasa cuando se imprime mucho dinero, que los precios suben. Al inyectarlo por los mercados financieros, los primeros en notar los efectos de este “chute de adrenalina” son los mismos mercados. Pero si lo pensamos bien, realmente el valor de las empresas no ha cambiado demasiado.
Lo que ha perdido valor han sido las divisas. Por lo tanto, en una transacción entre acciones y dinero (compra-venta) por una misma acción de una empresa ahora pediremos más dinero, porque este último vale menos. Cómo medimos el valor de las acciones en divisas, parece que esté subiendo el valor de estas, pero realmente lo que está pasando es que las divisas están perdiendo valor debido a las grandes inyecciones de dinero. En lenguaje económico a esto se le llama ilusión monetaria.
Esto también ha provocado que las expectativas de las empresas hayan cambiado, y ahora ya no se prevé que los ingresos caigan tanto y por lo tanto las empresas tienen más valor. Si la economía no va tan mal como se esperaba, las empresas tampoco. Y si está bajando de valor la divisa en la que cotiza la empresa, los precios subirán (porque 1 euro de antes de la crisis tendrá más valor que 1 euro después de la crisis).
Más info: El “dopaje” del BCE en los mercados
Con esto vemos que los precios no suben sin razón aparente, ni porque las empresas suban los precios de los productos, ni porque los arrendadores sean más avariciosos. Los precios suben porque así lo decide el BCE con su política monetaria.
En Estados Unidos nos están ganando la carrera. Mientras aquí justo esta semana se anunciaba una expansión del plan de compra de deudas de los gobiernos que hacía llegar la cifra hasta 1.35 billones de euros, en Estados unidos ya van por los casi tres billones de dólares. Esta expansión monetaria europea también era muy importante para demostrar unidad. Ya empezaban a salir rumores de una posible desintegración de la UE, cosa que no ayuda lo más mínimo a los mercados. El hecho de que los Estados Unidos impriman más dinero que Europa también es un factor por el que las bolsas americanas han tenido mejores días que las europeas durante estos últimos meses.
“Una bajada del paro en Estados Unidos puede afectar tanto al Íbex cómo a los otros índices europeos”
Muchas veces en Europa miramos los mercados americanos y la economía americana para determinar como irán las bolsas europeas. Uno podría llegar a pensar que el paro de Estados Unidos no tiene nada que ver con España y que, por lo tanto, el Ibex no se tendría que ver afectado. La realidad es otra. Si lo pensamos bien, Estados Unidos, como país, es un gran consumidor. La relación comercial entre EEUU y Europa es muy estrechada y, por lo tanto, si a Estados Unidos le va mal se supone que Europa tendrá menos “clientes”. Por eso, una bajada del paro en Estados Unidos puede afectar tanto al Íbex cómo a los otros índices europeos.
Para acabar, y como mensaje de prudencia, sólo recordar que en todos los países todavía faltan los datos del PIB del segundo trimestre. El segundo trimestre acaba el 30 de junio, y los datos saldrán entre julio y agosto. Se espera que sean catastróficas. Puede ser que en países como los Estados Unidos sean un poco mejores comparado con lo que se esperaba hasta hace poco, pero seguirían siendo históricamente catastróficas. Esperamos que los inversores estén de vacaciones cuando salgan los resultados y no haya otra grande bajada a las bolsas provocada por estos datos.
Artículo originalmente publicado en VIA Empresa.